«Good Girls», un final abrupto para una buena premisa que se agotó hace tiempo
En 2018 se estrenó «Good Girls», serie que se centró en tres mujeres con problemas económicos que debían resolver de manera urgente y que incursionaron en el delito para conseguir el dinero necesario para pagar deudas, tratamientos médicos o abogados.
En su primera entrega, la serie nos ofreció una premisa entretenida, mezclando el suspenso y la acción con un humor negro e irónico, pero también poniendo a mujeres poderosas con personalidades avasallantes al frente de la historia. Este trío compuesto por Christina Hendricks, Mae Whitman y Retta nos cautivó desde el primer momento y siempre se mantuvo a la altura de las circunstancias, a pesar de que la trama se fue estirando, cayendo en fórmulas repetidas y en situaciones inverosímiles con el correr de tiempo.
En marzo llegó la cuarta y última temporada a NBC en Estados Unidos y hace poco se sumó al catálogo de Netflix en Argentina. En ella, seguimos viendo a las protagonistas tratando de luchar contra dos frentes: el mafioso y narcotraficante que las hace trabajar para él imprimiendo y lavando dinero, como también a los agentes del Servicio Secreto que las tienen entre la espada y la pared.
Al igual que sucedió con la entrega anterior, la historia ya perdió su rumbo, volviéndose monótona y repetitiva, a pesar de presentarnos constantemente nuevos obstáculos por vencer que resultan entretenidos. Además, existen muchas situaciones bastante inverosímiles, principalmente porque buscan ofrecernos una trama más grandilocuente e impactante. Sin embargo, cuanto más ambiciosa se pone, menos creíble resulta.
Por otro lado, el hecho de que esta temporada tenga 16 capítulos en vez de 11 o 13 como lo hacía antes, genera que la historia se estire todavía más y por momentos no parezca avanzar. Se repite la misma fórmula una y otra vez: un obstáculo, una solución y un nuevo problema para resolver.
Más allá de lo puramente creativo o narrativo, la serie también sufrió cuestiones externas. Si bien la historia ya no tenía más tela para cortar y hace tiempo que venía pidiendo pista para ir finalizando, iba a tener una quinta y última entrega de 8 episodios para darle un cierre propicio a la vida de estas tres mujeres. Sin embargo, por problemas financieros y una mala relación entre Christina Hendricks y Manny Montana (Río, quien no quería seguir formando parte del elenco), se la terminó cancelando a mitad de la emisión de la cuarta temporada. Esto se ve claramente reflejado en el final, que probablemente ya había sido filmado previamente, pero que se siente bastante apresurado y tajante, como algo que no se venía preparando hace tiempo. Hasta el último episodio nos da esa sensación de que puede llegar a seguir pero de repente tiene una conclusión no demasiado satisfactoria.
En síntesis, la cuarta y última temporada de «Good Girls» viene a ser un poco más de lo mismo que vimos anteriormente. Una trama que se estiró más de lo debido, que repite fórmulas, que se torna un poco aburrida, que presenta situaciones absurdas y que tiene un final bastante abrupto. Solo podemos rescatar el trabajo que hace todo el elenco, pero principalmente las actrices protagónicas, y que durante sus dos primeras temporadas supo atraparnos y entretenernos a tal punto que tuvimos que terminar el resto de la historia.
Tráiler:
Samantha Schuster