CINE

Los hermanos Dardenne, símbolo belga

A la hora de hablar del cine de Bélgica, es imposible no mencionar a los hermanos Dardenne que, a nivel internacional por lo menos, son los que más flores han recibido por parte de toda la crítica y el público. ¡Y con cuánta razón!

Estos dos hermanos, Jean-Pierre y Luc, escribieron, dirigieron y produjeron juntos sus propias películas desde sus inicios en el séptimo arte.  Aquí les proponemos repasar algunas películas de su rica filmografía y el por qué de su éxito.

Inicialmente, empezaron realizando documentales en 1970 hasta que recién en 1980 presentaron su primera ficción llamada “Falsch”, que retrataba la persecución de los Nazis en Bélgica. De todos modos, no fue sino hasta su tercera película, “La promesa” (1996), que recibieron el reconocimiento de la crítica internacional. La cinta se trata de un drama social sobre un adolescente que le promete a un trabajador de la empresa de su padre, justo antes de su muerte, que protegerá a su esposa e hijo. Recibió la Espiga de Oro en el Seminci (Festival de Valladolid) y una nominación al Premio César como mejor película extranjera. Ya desde este momento empezaron a demostrar su propio estilo, bien realista, social y cotidiano, con el que conquistaron al mundo entero más tarde.

En 1999 llegaría el film que definitivamente los catapultaría hacia el éxito. “Rosetta”, que ganó el Palma de Oro en Cannes (y muchos premios más), es otro drama social en el que una joven de 17 años que vive en una caravana con su madre alcohólica quiere encontrar un trabajo digno. Impecable guión para una cinta tan real y que muestra, como en toda película de los Dardenne, sectores que no suelen quedar a la luz, la precariedad y la marginalidad. El uso de la cámara casi pegada al protagonista, con largas secuencias y una especie de puesta en escena nervioso que acentúa la tensión en todo momento llevan a este largometraje a otro nivel. Esta estética con mucho uso del movimiento de la cámara, para seguir o relacionar a los personajes quedaría como una impronta para el cine de los Dardenne.

A partir de “Rosetta”, cada tres años estrenaron una película. Y cada una de ellas ganó premios en Cannes, de las cuales el Palma de Oro lo volvió a conseguir solamente la segunda de las siguientes cuatro: “El hijo” (2002), “El niño” (2005), “El silencio de Loma” (2008) y “El niño de la bicicleta” (2011). Nuevamente, dilemas sociales, sectores marginales, personajes con falta de ética o moralidad que son representados en un mundo realista, cotidiano, en los que pareciera notarse la gran influencia del documental de los Dardenne en sus inicios en el séptimo arte. Pero siempre fieles con su marca personal, sin preocuparse por ser tan “comerciales”. Porque de eso se trata el cine que hacen, de observar la realidad o, al menos, alguna porción de ella, y tratar de entenderla (o no). Y en cada una de sus filmes, al espectador le queda una sensación extraña, ya que le puede pegar como un mazazo o no, pero lo que es seguro es que ninguna lo deja indiferente.

En 2014, estrenaron el éxito “Dos días, una noche”, con Marion Cotillard como protagonista y con el mismo trasfondo social característico de ellos, y la última que realizaron fue “La chica desconocida” (2016); sí, ambas compitieron por el Palma de Oro en Cannes.

En síntesis, si quieren conocer o indagar más en el cine belga, no pueden dejar de lado a estos dos hermanos que te desmenuzan lo social como ningún otro y tienen un potente y vigoroso estilo propio, inconfundible. Ellos mismos se han denominado como “una persona de cuatro ojos”.

 

Manuel Otero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *