«No fue mi culpa: México», un relato crudo y necesario sobre la violencia de género
«No fue mi culpa» es una producción televisiva que se está realizando en diferentes países. La situada en México está disponible desde septiembre del año pasado en Star+, este año llegará a la plataforma la de Brasil y la de Colombia también lo hará próximamente.
Inspirada en hechos reales, «No fue mi culpa: México» cuenta la historia de Mariana, una joven que busca por cielo y tierra a su hermana menor Lilly que desapareció luego de haberse peleado con su novio en una fiesta. Es así como vemos su lucha por intentar encontrarla al mismo tiempo que debe lidiar con las autoridades, los rumores y otros casos similares con los que se va cruzando.
La serie está muy bien estructurada. Por un lado narra una historia central, que es la que acabamos de mencionar, pero por el otro en cada capítulo presenta un caso de violencia contra una mujer particular, para abordar esta temática en todas sus formas: desde el maltrato, el machismo, el acoso, hasta el abuso físico y psicológico, la violación dentro de una familia o realizada por un desconocido, la trata de personas, entre otras. Un tema transversal a todas las mujeres sin importar su edad, su origen o su clase social. A pesar de que cada episodio tenga un caso autoconclusivo original y que no se repite, muchas de las historias se relacionan entre sí, a través de la búsqueda de ayuda, la sororidad y la voluntad de realizar cambios. Porque la trama no solo se centra en las víctimas sino también en la lucha de sus familiares por contenerlas, encontrarlas, por conocer la verdad, obtener respuestas y hacer justicia.
Por otro lado también se realiza una crítica a las autoridades por su inoperancia, su falta de rapidez, sus prioridades incorrectas, pero también se destaca a aquellos que quieren ayudar y tal vez no tienen las herramientas necesarias para hacerlo por la corrupción que existe en las instituciones.
Tal vez nos encontramos con algunos momentos que subrayan de manera muy evidente los mensajes que quiere transmitir la serie, como que las mujeres no son culpables de lo que les pasó o que nada justifica el maltrato, la violencia o el abuso, pero cuando se abordan temas tan complejos como estos no existen las medias tintas sino que está bien que los traten de forma directa y contundente.
El elenco hace un muy buen trabajo para generar empatía con el espectador y hacernos emocionar con sus palabras, con sus acciones y las distintas situaciones que van pasando. Paulina Gaitán es la que lleva la voz cantante en este elenco coral, poniéndose en la piel de Mariana, una joven que dedicó su vida para criar a su hermana y que ahora sigue ocupando sus días tratando de encontrarla y conocer la verdad. Su lucha se siente en su cansancio, en el deseo de ayudar a los demás, en su fortaleza. El resto de los actores y actrices se encuentra a la altura de las exigencias, principalmente aquellas que interpretan a las víctimas de violencia, que logran encarnar los miedos, las dudas, la falta de porvenir y la fuerza que se necesita para enfrentarse a los demás; pero también los que hacen de sus familiares que, a pesar del paso del tiempo, siguen manteniendo viva la esperanza y la búsqueda.
En síntesis, «No fue mi culpa: México» es una serie cruda, realista, honesta, sensible y necesaria que pone sobre el tapete lo que ocurre no solamente en un país, sino de manera universal con muchas mujeres. Con mucho respeto, se cuentan diversas historias que se relacionan entre sí para abordar la violencia en todas sus formas. Muy buenas actuaciones y desarrollo de personajes que permiten generarnos empatía y transmitir mensajes tan importantes como contundentes.
Tráiler:
Samantha Schuster