Cersei Lannister, una mujer calculadora y luchadora sin nada que perder

La guerra entre los vivos y muertos terminó (al menos hasta el momento) y ahora serán ejércitos de hombres y mujeres los que deberán enfrentarse por el poder. En King’s Landing espera Cersei Lannister, un personaje frío y calculador, pero muy sufrido a largo de toda la serie. Vio morir a sus hijos sin la posibilidad de revertir ninguna situación y que tuvo que pagar de la peor manera por sus pecados. Igualmente, estas circunstancias la fortalecieron aún más, no redimiéndola ni humanizándola, sino convirtiendola en una villana todavía más temible.

Casada con Robert Baratheon, Cersei siempre supo que sus hijos no eran de él, sino de su hermano Jaime, con el que mantenía una relación intensa. Pero este secreto debía ser muy bien guardado y ambos personajes hicieron de todo para que no salga a la luz. Ejemplo de ello fue que Jaime tiró de la ventana a Bran cuando los vio juntos o la accidental muerte de Robert durante una cacería de jabalí. Si se daba a conocer que los hijos de Cersei no eran de él, a ninguno le correspondería el trono. Sin embargo, con Robert fuera de juego, Joffrey asumió al poder, con Cersei como reina regente hasta que su primogénito tuviera la edad suficiente para gobernar solo. Pero Cersei perdió el control sobre su hijo y es por eso que su padre Tywin decide nombrar a Tyrion como un consejero político adicional. Los hermanos nunca se llevaron bien, Cersei siempre culpó a Tyrion de haber asesinado a su madre durante el parto. Es así como comenzó una puja por el poder entre ambos, desembocando en el envío de la única hija mujer de Cersei, Myrcella, a Dorne para casarse. Esta fue la primera pérdida metafórica de uno de los hijos de la protagonista, que quedó devastada ante esta decisión, acumulando un odio mayor a su hermano.

De todas formas, Cersei seguía preocupada con lo que ocurría con su hijo mayor, debido a que Margaery Tyrell estaba muy interesada en acercarse a él y convertirse en reina, alejando a Joffrey de las garras de su madre. Pero todo terminó de explotar con el asesinato de Joffrey durante su boda, donde ella estaba segura de que Tyrion lo había matado, exigiendo rápidamente su arresto y condena. Si bien Tyrion demandó un juicio, tanto ella como su padre hicieron lo posible para manipular a los testigos (entre ellos al antiguo amor de Tyrion, Shae) para que fallen a su favor. Igualmente, Tyrion insiste con un juicio por combate. La Montaña representa a Cersei, mientras que Oberyn Martell lo hace por Tyrion. En una reñida pelea gana finalmente y sorpresivamente la Montaña, pero de todas formas Tyrion logra escapar con la ayuda de su hermano Jaime quien no iba a permitir dejarlo morir. Antes de escapar, Tyrion mata a Tywin.

Frente a tantas pérdidas de seres queridos, Cersei le ordena a Jaime ir a buscar a Myrcella a Dorne y regresarla a King’s Landing. Sin embargo, la joven también es envenenada y no logra llegar a destino, haciendo que Cersei pierda a una hija más.

Por otro lado, ante el poder que empieza a adquirir Margaery, quien se casó con el hijo más pequeño de Cersei, Tommen, al cual estaba manipulandolo en su contra, la reina busca encontrar un aliado poderoso para sacarse de encima, y de una vez por todas, a los Tyrell. Es así como recurre al líder religioso High Sparrow, quien encarcela a Loras, hermano de Margaery, por homosexual y a ella por perjurio, ya que sostenía que a Loras no le gustaban los hombres. Pero el plan se le dio vuelta a Cersei cuando Lancel Lannister, ahora miembro religioso, confiesa que tuvo un affaire con ella cuando estaba casada con Robert, acusándola también de incesto. Es así como ella también sufrirá horrorosas y humillantes consecuencias hasta redimirse y confesar sus pecados. La religión se volvió muy cercana a la política y Tommen abolió el juicio por combate, al que Cersei quería recurrir. Pero todas estas acciones y decisiones no hicieron más que avivar el fuego interior de Cersei, quien literarlmente hace explotar el Septo con High Sparrow y los hermanos Tyrell adentro a modo de venganza. De todas maneras, este acto no fue del todo acertado, ya que su último hijo de suicida ante la muerte de mujer. Sin ningún otro descendiente, Cersei es oficialmente la reina de Westeros.

Si bien Cersei ya tenía una personalidad fría y cínica, con la muerte de todos sus hijos se volvió todavía más peligrosa con ansias de poder, debido a que ya no tenía nada que perder. Es así como se alía a Euron Greyjoy, otro personaje bastante inescrupuloso que mató a su hermano y persiguió a sus sobrinos para quedar en el trono de las Islas de Hierro, pero que su máximo objetivo es casarse con la reina, sin embargo ella le prometió que si ganan la guerra recién ahí lo harán. Mientras tanto, le proporciona un ejército e importantes flotas, e incluso la posibilidad de vengarse de Ellaria Sand, quien asesinó a su hija. Asimismo, manda a atacar Highgarden para tomar represalias contra los Tyrell, haciendo que Olenna se suicide (y enterándose allí que ella fue la que envenenó a Joffrey).

Pero luego la lucha contra los White Walkers tomó un mayor protagonismo en la serie, y Daenerys y su séquito se embarcó hacia King’s Landing con el objetivo de mostrarle a Cersei que el enemigo es tangible y que necesitan de su ayuda y ejército para combatirlo. Parecía como que Tyrion había logrado persuadirla para sumarse a sus rivales políticos, pero ella finalmente le confiesa a Jaime su meta de que vivos y muertos se maten entre ellos y que los Lannister se enfrentarán a los sobrevivientes. Es así como Jaime se va de su lado para unirse a los Stark en Winterfell.

En esta octava temporada no pudimos ver mucho de Cersei todavía, aunque el próximo capítulo amenaza con ponerla en un rol protagónico. Solo sabemos que sigue unida a Euron, que está embarazada y que posee un ejército bastante potente. Su destino parecería estar marcado por la tragedia, pero en “Game of Thrones” no se puede subestimar a ningún personaje porque cualquier cosa puede pasar. Una mujer fría, luchadora, manipuladora y estratega que supo sufrir en carne propia la pérdida de tres hijos, pero que dicho acto no la volvió más vulnerable, sino por el contrario, la empoderó en una lucha donde no tiene nada más por perder.

Samantha Schuster

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