CINE

Top 5: Los mejores films de Alfred Hitchcock

El director de origen británico, Alfred Hitchcock, se convirtió en uno de los realizadores más importantes de todos los tiempos. Conocido como el maestro del suspense, sus películas tienen un sello característico que hacen que sus relatos sean únicos e inconfundibles. Su filmografía sigue siendo muy rica en términos relacionados con el lenguaje cinematográfico y su uso de la cámara para imitar la mirada de los personas y/o testigos, haciendo que los espectadores se ubiquen en un rol de observador rozando lo voyeurista. Su forma de contar más visual que dialogada hacen que hoy en día su estilo siga siendo estudiado en escuelas de cine de todo el mundo. Además, usaba una novedosa forma de fragmentación y montaje fílmico. Por otro lado, también fue el creador del término conocido como “Macguffin”, que es una especie de señuelo o carnada que sirve para hacer avanzar la trama pero que no tiene una mayor importancia en el argumento. De esta forma es que se articulan los misterios o las intrigas de la mayoría de sus obras.

Les presentamos un top 5 de las mejores películas de Alfred Hitchcock:

5) «Los Pájaros» (1963)

Melanie Daniels (Tippi Hedren), una joven proveniente de una familia rica, que pertenece a la élite de San Francisco, va a comprar un pájaro para su tía a una tienda de mascotas y allí conoce a Mitch Brenner (Rod Taylor), un abogado de éxito por el que se siente atraída al instante. Acostumbrada a tener siempre lo que quiere, Melanie va a buscarlo a Bodega Bay para regalarle unos periquitos y conseguir que él sienta lo mismo por ella. Al llegar al pueblo costero, es inexplicablemente atacada por una gaviota que la hiere en la frente. De repente, miles de pájaros invaden la ciudad atacando a los colegiales y residentes. La situación se agrava cada vez más, provocando el pánico en toda la población ante la incertidumbre del extraño comportamiento de las aves.

Un film maravilloso y muy personal, que pone en juego todos los métodos de Alfred para generar suspenso de una manera única y distintiva. Un clásico del cine de terror que presenta una premisa sencilla, pero que es ejecutada con maestría, dejando varias imágenes imborrables en la cultura popular. Ademas, a nivel técnico resulto ser innovadora consiguiendo un realismo bastante logrado. Para ello, Hitchcock contrató a Ray Berwick y a Ub Iwerks para la modelación de los pájaros, en donde se combinan aves entrenadas y aves mecanizadas para dar autenticidad al film. Como dato de color, en la escena en la que Tippi Hedren es atacada por una gaviota, a pesar de que el ave no era auténtica, sino un muñeco lanzado hacia la actriz mediante unos cables, el impacto le provocó una herida en la frente. El rodaje se paró tres días mientras Tippi se recuperaba, pero la escena resulto ser perfectamente realista.

4) «La Soga» (1948)

También conocida como «Festín diabólico», cuenta la historia de una pareja de universitarios, Brandon (John Dall) y Phillip (Farley Granger), que, al estrangular a un amigo sólo por diversión y demostrar su superioridad intelectual, esconden el cadáver en un baúl sobre el que más adelante se servirá una cena para la familia de la víctima. La fiesta transcurre normalmente, hasta que el profesor (James Stewart) comienza a sospechar del macabro plan de los muchachos.

Pensada como un plano secuencia de hora y media pero limitada por la duración de las latas de material fílmico, además de ser otro logro técnico llevado a cabo con pericia, «La Soga» es un relato sumamente atrapante gracias a sus intérpretes y a un guion audaz. Otra gran muestra de cómo a Hitchcock le gustaba jugar con el espectador y sus frustraciones. Asimismo, el hecho de que la acción se desarrolle en una única locación con espacio acotado convierte a «La Soga» en una gran propuesta cinematográfica.

3) «La Ventana Indiscreta» (1954)

Un reportero fotográfico (James Stewart) se ve obligado a permanecer en reposo luego de terminar con una pierna enyesada después de ser víctima de un accidente. A pesar de la compañía de su novia (Grace Kelly) y de su enfermera (Thelma Ritter), procura escapar al tedio observando desde la ventana de su departamento con unos binoculares lo que ocurre en las viviendas de enfrente. Debido a una serie de extrañas circunstancias empieza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido.

Otro impecable trabajo de guion llevado a la pantalla grande como solo “el maestro” podía hacerlo. Apoyándose en uno de sus actores fetiche y con la gran participación de Kelly, «La Ventana Indiscreta» se presenta como una oda al voyeurismo plasmado de una manera sumamente interesante y generando suspenso e intriga como solo Hitchcock podía hacerlo. Un espectador que será engañado y burlado constantemente. A su vez, cabe destacar la escena de presentación de la película que sin diálogos y de una manera puramente visual e informativa nos logran poner en contexto. La cámara panea desde la vecindad, donde se va a desarrollar la acción hasta nuestro protagonista, mostrándonos su pierna enyesada, una cámara destruida, grandes fotos encuadradas, una forma sutil y brillante de presentar al personaje principal.

2) «Vértigo» (1958)

Scottie Fergusson (James Stewart) es un detective de la policía de San Francisco que padece de vértigo. Cuando un compañero cae al vacío desde una cornisa mientras persiguen a un delincuente, Scottie decide retirarse. Gavin Elster (Tom Helmore), un viejo amigo del colegio, lo contrata para un caso aparentemente muy simple: que vigile a su esposa Madeleine (Kim Novak), una bella mujer que está obsesionada con su pasado.

Es difícil establecer si «Vértigo» o la otra gran película del maestro se colocan en el primer puesto y la decisión es puramente subjetiva y quizás arbitraria porque es indiscutible que nos encontramos con una obra maestra. Con una muy buena interpretación de Stewart y los característicos giros argumentales de Alfred, es innegable el legado cinematográfico de esta pieza del director británico.

1) «Psicosis» (1960)

Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman Bates (Anthony Perkins), que vive en la casa de al lado con su madre. Inspirada en la novela homónima de Robert Bloch, «Psicosis» fue realmente icónica y audaz por las decisiones argumentales que realiza el director. Tras disfrutar de una cena en compañía de Bates, Marion se va a su habitación para bañarse y acostarse. Cuando la joven parece estar disfrutando de una placentera ducha, una sombra aparece tras la cortina y de pronto una persona con un cuchillo la asesina violentamente. Solo Hitchcock puede tomar la decisión de matar a la protagonista a la media hora de película y cambiar el foco narrativo. Al cabo de una semana, el novio de Marion, John (Sam Loomis) y la hermana de esta, Lila (Vera Miles), comienzan la búsqueda de la desaparecida, empezando así una trepidante historia. Una de las grandes obras maestras del género.

El asesinato en la ducha del personaje de Janet Leigh es la escena fundamental de la película, así como una de las más conocidas en la historia del cine. Como tal, engendró numerosos mitos y leyendas. Se rodó entre el 17 y el 23 de diciembre de 1959, presentando 77 ángulos de cámara. La escena transcurre en 3 minutos e incluye 50 planos. La mayoría de las tomas son acercamientos, excepto en los planos que se dirigen a la ducha justo antes y después del asesinato. La combinación de las tomas cercanas con su duración corta hacen que la secuencia resulte más subjetiva que la que hubiese sido si las imágenes fuesen presentadas solas o en un ángulo más amplio, lo cual las convierte en un ejemplo de la técnica que Hitchcock describió como «transferir la amenaza desde la pantalla a la mente del público».

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *