“Halfaouine”, film que sorprendió al mundo y revolucionó a la sociedad de Túnez

Halfaouine es el barrio más popular de Túnez capital, ubicado en el centro de la Medina. La película que lleva su nombre es un retrato de la alegre, sensual y mediterránea sociedad tunecina descritas a través de los ojos de un niño de 12 años.

La cinta se convirtió en el mayor acontecimiento cinematográfico, que ha conseguido estrenarse en gran parte mundo. Fue la primera  película en llegar  hasta las carteleras españolas. Así como fue exitosa en Túnez también generó revuelo, debido a que presenta la vida y la sociedad tal como es, más allá del escándalo que se montó a causa de los desnudos femeninos que aparecen en el film, ya que es la primera vez que una cámara entra en el mundo secreto del hammán de las mujeres.

Según su director, Ferid Boughedir, «Halfaouine» (1990) «es una película sobre la vida, en la que se muestra cómo funciona una sociedad, con sus contradicciones y su capacidad para escapar a las reglas, yo no he hecho una película ideológica. He hecho un filme sobre la vida. Un niño no capta las cosas de forma ideológica, sino que es capaz de ver magia y poesía donde otros sólo ven banalidad».

Noura (Selim Boughedir) interpreta su papel de una forma natural y creíble, ese tránsito entre la inocencia y la adultez en donde su mirada empieza a descubrir la belleza del cuerpo femenino. Ese paso entre la juventud apresurada y la madurez inocente. Por otra parte, su elenco en su mayoría no tiene gran relevancia en sus actuaciones, pero sí podemos hacer hincapié en un personaje interesante, que es el poeta del barrio, que se encarga de transmitir las historias, leyendas y poemas mediante canciones (describe la vida cotidiana) y que tiene una gran afición por el alcohol. Cuando toca en público esconde el aguardiente en un frasco de jarabe para la tos. Todo el mundo sabe que bebe alcohol; pero él mantiene las apariencias.

Si bien la película se torna lenta, no tiene más pretensiones que ser lo más natural como la vida misma. Boughedir ha querido dar una lección de vida y de tolerancia, pero no dirigida solamente a los países islámicos -en muchos de los cuales la cinta no se ha podido ver-, sino también al mundo occidental, para intentar limar las barreras de desconfianza que se levantan entre las diferentes culturas. Si algo  se destaca, son los escenarios, la mirada hacia el universo tunecino y sobre todo que el mundo no cambia tan rápido. Si estás con curiosidad de ver algo distinto es una buena opción para explorar.

Noelia Giacometto