Un repaso por la carrera de Fernando Meirelles

Con el reciente estreno de la película “Los dos papas” en Netflix, Fernando Meirelles alcanzó su décimo largometraje como director. Esta última cinta, bien recibida tanto por la crítica especializada como por el público en general, lleva en sí el innegable sello y estilo del realizador: Personajes muy bien trabajados que comparten con el espectador su universo interno, diálogos precisos, alternancia constante en valores de plano, movimientos de cámara, zooms y un montaje ligero, entre otros recursos reconocibles, que mayor éxito le han dado a lo largo de su carrera.

Sin lugar a dudas, su película más reconocida en diversos aspectos es: “Ciudad de Dios” (2002), film que decidió rodar como una adaptación cinematográfica de la novela de Paulo Lins, de igual nombre, dado el gran interés que ésta le había provocado. Una cinta innovadora y rupturista, proveniente de latitudes a las que los grandes productores de Hollywood no suelen mirar. Alcanza sólo nombrarla para saber que se está hablando de un clásico. Pero si bien fue esta la obra que lo acomodó en un lugar de prestigio y renombre en el mundo del cine, tuvo también otras obras destacables como “Blindness” (2008), nominada a la Palma de Oro en 2008 que resulta ser una adaptación de “Ensayo sobre la ceguera”, novela perteneciente nada más y nada menos que a José Saramago,  o “El jardinero fiel” (2005), un drama crudo y extenso, tal como lo es su historia en sí, trabajo que lo llevó a ser candidato al Globo de Oro como mejor director ese mismo año.

Sin pena ni gloria pasaron sus otros trabajos como director de cine : “O menino maluquinho 2: a aventura”, “Brava gente”, “Domésticas”, “Palace II” y “360”, película donde también trabajó junto a Anthony Hopkins como uno de sus protagonistas, pero pese a su aparente intrascendencia pública, se puede reconocer en la mayoría de ellas el interés, las obsesiones y  la “pluma” del director como una línea en constante crecimiento. Entre estos intereses, los más atractivos e indisimulables son aquellos de los cuales podemos ver y vivir junto a los personajes, cómo cuadra o desencuadra éste en relación a otros personajes interactuantes en un mundo estructuralmente desigual.

Director de oficio consagrado, brasilero, obsesionado por la arquitectura y la literatura, logró ganar su lugar en el mundo audiovisual a fuerza de trabajo y cosechar de todo eso una impronta artística única y de sello original en cada una de sus obras (las recientes, sobre todo).  De la mano de Netflix (producción y distribución), los espectadores y  mundo audiovisual en general, puede celebrar su vuelta al cine, y quizá…quién te dice, sea una vuelta ganando alguno de los tantos premios en los que está nominada su última película.

Sergio Araujo

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