Breve historia del cine suizo

De la tierra del chocolate y la neutralidad, vamos a hablar un poco de la historia del cine de Suiza.

La primera producción del país fue realizada en 1917, con Der Bergführer” de Edward Bien. Durante esos años, algunos cineastas se animaban a experimentar y filmar en distintos festivales locales.

Durante la década del 20, Suiza notó un crecimiento gradual, pero no se compara con el resto de los países europeos. En este sentido, nos encontramos con la primera película hablada: Bunzli Grossstadtabenteur” (1930) de Robert Wohlmut. Ese desarrollo paulatino abrió el camino para que compañías de distribución extranjeras como FOX abrieran oficinas en Ginebra gracias a la demanda de producciones internacionales.

La Segunda Guerra Mundial hundió a Suiza en un aislamiento que terminó siendo un período de desarrollo más creativo para la industria cinematográfica. Durante este lapso, fueron producidas alrededor de 40 películas, con argumentos que promovían la cultura y política del país. Cintas como “Fusilier Wipf” (1939), “Gilberte de Courgenay” (1941) y “Die Missbrauchten Liebesbriefe” (1940) recibieron reconocimiento internacional y se convirtieron en clásicos de la historia del cine suizo.

Las siguientes tres décadas continuaron igual para el cine suizo respecto al número de producciones realizadas, pero los argumentos e historias cambiaron. Entre el ‘50 y ‘60 el cine trató ideas patrióticas y la vida campesina del siglo XIX. En la década siguiente surgió una tendencia a realizar documentales con representantes como Henry Brandt, Walter Marti, Alain Tanner y Jean-Luc Godard, éste último logró llevar al  cine suizo a la comunidad internacional en los últimos años de los ‘70.

Precisamente, ese momento fue marcado por la producción del film suizo más exitoso de la historia: “The Swissmakers” (1978) de Rolf Lyssy, una comedia satírica sobre las dificultades de los extranjeros en su afán de convertirse en ciudadanos suizos.

Desde los años  80 hasta el presente, la industria del cine suizo  ha sido como una montaña rusa para directores y productores, con períodos de florecimiento y descenso. A pesar de eso, ha sido durante este momento que el cine de Suiza ganó su más importante galardón, un Premio Óscar a Mejor película extranjera con “Viaje a la esperanza” (1991) de Xavier Koller.

 

Victoria Ferri

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