Crítica de «American Fiction» de Cord Jefferson (2023)

Basada en la novela «Erasure» escrita por Percival Everett en 2001, «American Fiction» es la ópera prima de Cord Jefferson, la cual cuenta la historia de Thelonius «Monk» Ellison (Jeffrey Wright), un escritor y profesor afroamericano prestigioso que, cansado de que sus valiosas obras no tengan popularidad ni éxito económico y que rechacen sus nuevos proyectos por hablar de otros temas y no ser «lo suficientemente negros» para las editoriales, decide escribir una novela en forma de sátira con todos los estereotipos de la vida afroamericana para denunciar la hipocresía de la industria editorial. Lo que no imagina es que eso es finalmente lo que todos realmente querían.

Con cinco nominaciones a los premios Oscar y varios galardones recibidos en festivales y ceremonias, sobre todo en la categoría guion adaptado, «American Fiction» llegó directamente a Amazon Prime Video sin pasar previamente por los cines. Una sátira que busca exponer a la industria editorial y cinematográfica, sus manejos arbitrarios y caprichosos, los estereotipos que abrazan y su hipocresía, como también mostrar lo que significa ser afroamericano en el Estados Unidos actual, la representación de las minorías y qué es lo que ven o pretenden mostrar los demás de esta comunidad por culpa, fascinación o falsa inclusión.

Cord Jefferson logra ofrecernos una crítica social punzante, ingeniosa y que va escalando constantemente. El guion presenta un humor satírico y ácido acertado, que va a generar mucha gracia en el espectador por su ocurrencia y forma en la que retratan a la sociedad norteamericana actual, con su falta de sensibilidad, su único interés por las ventas y el marketing y esa doble moral en la que buscan ser inclusivos pero también controlar y plasmar su propia versión sobre otras comunidades, que generalmente no es la más correcta o adecuada.

Pero además la película busca mostrar el lado b de esta fama y ascenso inesperado del protagonista, profundizando en los aspectos más personales y trágicos, con una madre que tiene principio de Alzheimer, un hermano que acaba de divorciarse y asumir su homosexualidad y una pérdida familiar repentina que le harán replantear su forma de ver, comprender y vivir su vida. Este nuevo libro será la solución a sus problemas económicos, pero también una perdición moral y ética, que lo van a terminar convirtiendo en todo lo que juró destruir. Este drama se ve perfectamente equilibrado con la sátira principal y no cae en momentos lacrimógenos o golpes bajos, sino que incluso los instantes más difíciles también son tomados con humor.

En varios momentos, y principalmente hacia el final, el film se vuelve más autoconsciente y presenta un discurso más meta, jugando con la ficción dentro de la ficción y generando varias sorpresas e impacto.

Otro punto a destacar del film es la elección del elenco y sus interpretaciones. Todas personalidades con experiencia, tanto en el drama como en la comedia, y que consiguen transitar perfectamente por ambos géneros para impregnarle sus aspectos personales y soltura para transmitir sus diálogos. Jeffrey Wright se pone en la piel del escritor Monk, plasmando su enojo y frustración de una buena manera, como también se expone a situaciones incómodas y desgastantes para mantener este nuevo personaje que le trae un buen augurio. Tracee Ellis Ross tiene una breve participación inicial que nos muestra un costado más sensible de este protagonista cascarrabias. Issa Rae interpreta a otra escritora afroamericana que sintetiza todo lo que Monk odia porque le da a su público lo que quiere escuchar. Y Sterling K. Brown hace de su hermano que está experimentando en su nueva vida y lo pondrá en jaque más de una vez.

En síntesis, «American Fiction» es una lograda sátira que viene a exponer la hipocresía de la sociedad norteamericana, reflejada principalmente en la industria editorial y audiovisual. Con inteligencia, ocurrencia y una crítica social punzante, el director busca mezclar una historia laboral absurda e impensada con una tragedia familiar potente para lograr un justo equilibrio entre la comedia y el drama. Una de esas joyitas que aparecen cada tanto y que nos permiten reflexionar sobre la representación de la vida actual.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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