Crítica de «Drive-Away Dolls» de Ethan Coen (2024)

Sin la compañía de su hermano Joel, Ethan Coen dirige su primer largometraje en solitario basado en un guion que escribió con su esposa Tricia Cook. «Drive-Away Dolls» es una road movie bastante particular que entretiene con una trama absurda y unos personajes excéntricos que se van transformando a lo largo del viaje pero que propone algunas decisiones y vueltas que no terminan de cerrar.

Ambientada a finales de 1999, la historia sigue a Jamie (Margaret Qualley), una joven rebelde y desinhibida que luego de separarse de su novia (Beanie Feldstein), decide sumarse a un viaje que tenía planeado su mejor amiga Marian (Geraldine Viswanathan), quien tiene una personalidad totalmente opuesta a ella, para ayudarla a relajarse y conseguir un amor pasajero. Pero cuando van a alquilar un auto para llegar desde Nueva York hasta Tallahassee, Florida, el dueño del local se equivoca y les entrega un vehículo con un maletín de un gángster que solo les traerá problemas. Mientras ellas buscarán divertirse y disfrutar del recorrido, serán perseguidas por unos criminales para conseguir lo que les corresponde.

Desde las primeras imágenes de «Drive-Away Dolls» se va a establecer el tono con el cual se va a desarrollar la trama: una comedia absurda con aires de bajo presupuesto que mantiene algunos de los recursos de los hermanos Coen pero que no se encuentra a la altura de los proyectos que realizaron en conjunto.

Su punto más alto es sin duda la elección de su elenco y las interpretaciones de sus protagonistas. Empezando por Margaret Qualley a quien vemos en un rol totalmente diferente a sus trabajos previos como «Once Upon a Time in Hollywood» o «Poor Things» en películas, y «The Leftovers» o «Maid» en series. Acá compone a una mujer totalmente desfachatada, libre, que no le da importancia al qué dirán ni a las consecuencias de sus actos. Geraldine Viswanathan encarna a un personaje totalmente opuesto. Es una joven seria, culta, que no le da lo mismo estar con cualquier persona. Poco a poco sus personalidades se van a ir adaptando un poco más al comportamiento de la otra, generando una transformación profunda en cada una de ellas gracias a su cercanía y a las distintas situaciones que van a vivir. Las protagonistas realizan tanto un viaje externo como interno.

Como villano tenemos a Colman Domingo, que últimamente podemos verlo en varios films en simultáneo, que no tiene demasiada participación, tratamiento ni matices, pero logra imponer su presencia y establecerse como el antagonista detrás de la persecución a las jóvenes que la van a llevar adelante dos buenos para nada. Dentro del elenco también nos encontramos con personalidades como Pedro Pascal, Matt Damon y Miley Cyrus en roles menores que se sienten bastante vacíos e innecesarios pero que es mejor no adelantar para no anticipar la sorpresa del film.

El road trip que van a realizar es bastante convencional y cumple con la fórmula preestablecida de este tipo de relatos, con distintas situaciones que van a vivir las protagonistas que pondrán a prueba su amistad. Y a esto se le va a sumar la trama criminal, que no siempre convive de manera armoniosa con el argumento central, pero será un obstáculo más a resolver y que desencadenará diferentes comportamientos de Jamie y Marian. Entre medio nos vamos a encontrar con algunas transiciones psicodélicas que van con el tono absurdo del film pero que no tienen mucha razón de ser.

La película se siente bastante actual por la manera en la que retratan temas como la homosexualidad de forma tan natural, fresca y abierta, pero de todas maneras también realizan una buena ambientación de la década de los ’90, aunque sus aspectos visuales dejen un poco que desear, dando la sensación de tener bajo presupuesto.

En síntesis, probablemente «Drive-Away Dolls» no sea una película para todo el mundo. Si bien se propone ser absurda, hilarante y divertida, cumple correctamente con el entretenimiento a partir de una mirada fresca sobre la homosexualidad y las buenas interpretaciones de su elenco, sobre todo de sus protagonistas. Sin embargo, su ejecución no termina de cerrar del todo, tanto su estética como su historia no se destacan demasiado y se queda a mitad de camino de lo que nos suelen brindan los Coen.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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