Crítica de “El seductor” de Reginald Hudlin (2000)
El programa estadounidense «Saturday Night Live», o mejor conocido como SNL, revolucionó la televisión durante la década del 70, ya que combinaba sketches de todo tipo, comedia, invitados especiales, música en vivo y distintas variedades de entretenimiento. A su vez, el show fue el inicio de grandes actores como Steve Martin, Ben Stiller y de la actriz Tina Fey, además de haber sido la cuna de famosos escritores como Conan O’ Brien y Adam McKay.
“El seductor” fue uno de los tantos sketches de SNL, cuyo personaje fue representado por Tim Meadows y, cuando se decidió llevarlo a la pantalla grande, él también se encargó de ocupar su rol en una suerte de spin-off de sus periódicas presentaciones en la televisión. El elenco lo completaban actores como Will Ferrell y Lee Evans, además de actrices como Jill Talley y Karyn Parsons.
El film es una comedia sumamente aburrida y, ya casi veinte años después de su estreno, su contenido pasó a ser hasta retrógrado. Se presenta la historia de Leon Phelps (Tim Meadows), más conocido como “El seductor” gracias a un programa de radio trasnoche que él conducía, dando consejos amorosos con un vocabulario prohibido para las transmisiones, razón por la cual es despedido junto a su productora Julie (Parsons).
Él se consideraba como un seductor, dada su amplia experiencia en relaciones íntimas con mujeres solteras y casada. Phelps consideraba aquello como un logro, pero esa característica de su vida le traerá severas complicaciones. Tendrá que enfrentar ese obstáculo, como también la búsqueda de trabajo junto con Julie.
En cuanto a la dirección, Hudlin utiliza recursos sumamente básicos, donde no vale la pena ni siquiera recalar. Los diálogos son aburridos, pero qué esperar una comedia de este tipo. Lo único que puede llegar a rescatarse de este film son las actuaciones de Meadows y Parsons, quienes hacen una dupla dispareja aceptable. El primero, encarna a un hombre más que detestable. La segunda, mientras tanto, se pone en la piel de alguien que busca hacer que su compañero reaccione y regrese de una realidad ficticia donde lo único que importa es el aspecto sexual.
“El seductor” es una película con ideas que, en los tiempos que corren, están siendo derribadas. A su vez, su realización fue tan poco efectiva, que el largometraje fue un verdadero fracaso, ya que no solo cosechó malas críticas, sino que también significó una pérdida de dinero para aquellas personas que aportaron al presupuesto. No genera risas, sino más bien va a hacer que mantengas una pregunta en tu cabeza: ¿qué estoy viendo?
Puntaje:
Tráiler:
Franco Valente
