Crítica de «Kimi» de Steven Soderbergh (2022)

«Kimi» se centra en Angela Childs (Zöe Kravitz), una joven que trabaja en una compañía de tecnología, que desarrolla unos dispositivos para hacerle la vida más fácil a los seres humanos, brindando asistencia para prender/apagar las luces del hogar, poner una determinada canción o llamar a alguien. Ella se encarga de revisar aquellas fallas del sistema de forma manual para ofrecer una mejor atención al usuario. Un día, escucha lo que parece ser un violento crimen. Para resolver este misterio, deberá superar su gran fobia: salir de su casa en plena pandemia para hacer lo correcto.

A priori podemos decir que la historia de base es bastante conocida y ya fue utilizada de forma recurrente a lo largo del tiempo: una persona que no puede salir de su casa evidencia un crimen por el cual se ve obligada a superar sus miedos/impedimentos para solucionarlo. Todo siempre se remonta a «La Ventana Indiscreta» de Alfred Hitchcock y a varias de las películas que le siguieron después. Sin embargo, «Kimi» toma elementos de estos films clásicos y sus derivados para hacer un propio homenaje, actualizándolo y llevándolo a nuestro presente.

Entre los temas que toca la cinta se trata la cuestión de la libertad individual, la invasión de la privacidad, la irrupción de la tecnología en nuestra vida, la violencia de género y la corrupción, contadas de manera inherente al relato. Algunos asuntos se profundizan más que otros pero la película de Soderbergh no solo busca entretener sino dejar un mensaje crítico y potente.

El ritmo que nos ofrece es bastante dinámico y frenético; una vez que arranca no para en ningún momento, un desafío sumamente logrado si tenemos en cuenta que durante la mayoría del tiempo nos encontramos con una sola locación y el director no tiene demasiados recursos para utilizar. Esto se ve beneficiado también por su corta duración de hora y media que hace que la historia se vuelva más ágil.

La protagonista indiscutida es Angela, interpretada por Zöe Kravitz, quien hace un buen trabajo para ponerse en la piel de esta joven que lleva a cuestas un trauma del pasado, que se ve exacerbado por la pandemia, el aislamiento y la dependencia tecnológica. Esto se siente bastante natural y adecuado e incluso, a diferencia de otras obras que toman la actualidad de la pandemia para contar una historia determinada, acá no resulta forzada u oportunista sino que está bastante bien justificada y le suma a la hora de retratar a la protagonista. Además, existe una profundización de su papel, que nos muestra más de su personalidad y comportamiento. El resto de los personajes sirven como detonante o acompañamiento de sus acciones, a pesar de no estar tan desarrollados, pero tampoco es algo que se requiera para enriquecer la trama. 

A pesar de que en el fondo es una historia conocida, «Kimi» nos ofrece un entretenimiento grato que nos mantendrá al filo del asiento, atrapados e intrigados hasta el final. Un sólido trabajo de Zöe Kravitz, buen uso de la economía de recursos y un ritmo dinámico nos proporciona un thriller efectivo. Se puede ver por HBO Max.

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Samantha Schuster