Crítica de «Priscilla» de Sofia Coppola (2023)

Existe una frase muy popular que dice «detrás de un gran hombre, hay una gran mujer». La nueva película de Sofia Coppola («Las vírgenes suicidas», «Perdidos en Tokio») viene a probar la certeza de este dicho para ahondar en la figura de Priscilla Beaulieu, o más conocida luego como Priscilla Presley, la esposa de Elvis, el mítico cantante y actor norteamericano. Ambos se conocieron en Alemania, lejos de su hogar, cuando ella tenía 14 años y él bastante más y se mantuvieron juntos por mucho tiempo hasta que pudieron casarse. Tuvieron una pequeña hija, Lisa Marie, que lamentablemente falleció a principios de este año.

Basada en las memorias «Elvis and me» escritas por Priscilla en 1985 (quien se desempeña en el film como productora ejecutiva), «Priscilla» es una clásica biopic que viene a contar la historia de la joven que conquistó el corazón del rey del rock and roll de manera cronológica. Es así como podemos conocer los inicios de la relación donde reinaba el amor pero existía una marcada diferencia de edad hasta su final cuando la pareja decide separarse por rumores de infidelidad, malos tratos, abusos de sustancias, la soledad y falta de libertad. No está mal que caiga en un terreno conocido para mostrar la historia de vida de una persona, pero la directora no decide innovar en la forma de presentarla o de narrar los distintos eventos.

La historia resulta ser bastante atractiva y atrapante. Si bien la vida de Elvis la pudimos ver en otras películas recientes como la de Baz Luhrmann de 2022, protagonizada por Austin Butler y Tom Hanks, por lo cual podemos tenerla presente, es interesante conocer el lado B de esta trama, contada desde el punto de vista de la mujer, con mayor hincapié en los momentos más dramáticos y oscuros.

Cailee Spaeny («Mare of Easttown», «How It Ends») es la encargada de darle vida a Priscilla, buscando imitarla tanto desde su forma de verse, con sus vestidos y peinados, como también su manera de ser: una joven tranquila pero con personalidad, que a pesar de ser respetuosa con sus padres consiguió la manera de concretar sus objetivos y deseos. La joven actriz está muy bien en su rol y se puede ver una evolución de la misma a medida que va avanzando la trama, tanto el crecimiento corporal como en su carácter.

Está bien acompañada por Jacob Elordi («Euphoria», «The kissing booth»), quien se pone en la piel de Elvis. A pesar de no recurrir demasiado a ensayos o recitales donde el actor tenga que cantar (porque la directora no consiguió los derechos de su música), se parece bastante al ícono del rock and roll con sus gestos y movimientos. El personaje de Elvis tiene una gran presencia en el film, no es un mero secundario, pero siempre vemos todo desde el punto de vista de Priscilla. Es así como podemos conocer un lado más oscuro y tóxico de su vida y el actor lo interpreta con creces.

Los aspectos técnicos también ayudan a que se desarrolle la película, con una lograda reconstrucción de época tanto en la ambientación como en la vestimenta de los protagonistas.

En síntesis, «Priscilla» es una película correcta. Una biopic clásica que busca contar el lado B de la historia de una estrella de una manera bastante convencional y sin riesgos, a pesar de meterse en las profundidades de la trama. Es atrapante, oscura y se beneficia de las actuaciones de su dúo protagónico.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *