Crítica de «Rebel Moon (Parte uno): La niña del fuego» de Zack Snyder (2023)
Zack Snyder, el director de las contradicciones y de la «grieta» cinematográfica. Algunos lo consideran un héroe y otros un villano, para cierta parte de la crítica lo ven como un autor dentro del cine comercial y otro grupo lo ve como una especie de oportunista que no termina de saber cómo contar una historia sin incurrir en excesos estéticos o en la sobreexposición.
Lo cierto es que Snyder es un director que de alguna forma sigue convocando a sus seguidores y parte de la audiencia que continúa teniendo una curiosidad por sus relatos, ya sea a las salas de cine o (como ocurre últimamente) a las plataformas de streaming. «Rebel Moon Parte uno: La Niña de Fuego» es su trabajo más reciente que mantiene algunas de las obsesiones del director, pero esta vez llevados a un plano personal, siendo una idea «original» que no está basada en ninguna producción o material preexistente. Notarán el entrecomillado que usé cuando puse original y se debe a que «Rebel Moon» es difícilmente algo novedoso dentro de la propuesta de ciencia ficción e incluso dentro del ámbito del cine en general.
Se dice que el bueno de Zack es fan de «Star Wars» y siempre quiso hacer su ópera espacial. El director ya había presentado la historia a algunos estudios y todos habían pasado hasta que Netflix le dio la luz verde para que pueda materializar su deseo. Al ver esta primera parte uno ve el porqué de la decisión de los otros estudios ya que básicamente es un rejunte de varios relatos superlativos (de la ciencia ficción y de cine en general) para brindar varios lugares comunes y fórmulas probadas que le dan al espectador algo familiar.
De hecho, la película tiene como punto de partida prácticamente la misma situación de «Star Wars» (1977) donde un poderoso senador/canciller amenaza a la galaxia y va saltando de planeta en planeta tratando de destruir a los pocos rebeldes que quedan en pie. A partir de allí surge la figura de Kora (Sofia Boutella componiendo a una especie de Han Solo) que será la encargada de reunir a un grupo variopinto y disfuncional de personas que, con sus diversos motivos, intentará derrotar al villano. En este punto la película como que toma parte de la premisa de «Los Siete Samurais» (1954) de Akira Kurosawa como hoja de ruta para construir parte del relato. Y cada tantos minutos, tendremos alguna situación que nos remita a un relato clásico con mayor sustento que lo que nos ofrece el director de «Watchmen». Uno podría decir que «Avatar» de James Cameron también toma elementos de otros relatos para construir algo nuevo, sin embargo, Snyder no busca disimularlo (o no le sale), siendo cada intento bastante burdo. Incluso se atrevió a meter una secuencia en una cantina como ¿homenaje? a George Lucas.
Por otro lado, lo que muchos celebran de Zack es probablemente su estética y su estilo reconocible, donde abundan el super slow motion en medio de las secuencias de pelea, y acá los habrá a mansalva, pero lo que realmente llama la atención es lo que pasa a nivel vestuario o si se quiere respecto a la mitología que construye el film. El personaje de Ed Krein, Atticus Noble, que sería como la mano derecha del Senador Balisarius posee un look que recuerda a un alto oficial nazi pero también se lo puede ver con camisa blanca y corbata como si fuera oficinista, mientras que, por el otro lado, tenes a la resistencia donde algunos tienen look de pistoleros dignos del western o campesinos mientras que hay algunos que tienen algún look un poco más nórdico. Es como que no hay una coherencia estética en ese aspecto y se van aglutinando distintos elementos de varias épocas y estilos.
Resulta difícil poder recomendar «Rebel Moon», e incluso decidir continuar con la saga por esta mencionada acumulación de excesos que se va dando a lo largo de esta extensa épica que solo cuenta con breves pasajes entretenidos con secuencias de acción moderadamente sorprendentes. Personajes esquemáticos que sabemos que se van a convertir en adversarios o ayudantes, momentos calcados de otras aventuras y un uso excesivo del CGI hacen que esta galaxia muy lejana termine sin convencer y sin valer el viaje.
Puntaje:
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Martín Goniondzki