Crítica de «Un pájaro azul» de Ariel Rotter (2023)
Después de «La Luz Incidente», film de 2015, el director Ariel Rotter vuelve al ruedo con «Un pájaro azul», un drama familiar que aborda distintas aristas del ser humano de una manera sensible y metafórica.
La película se centra en Javier (Alfonso Tort) y Valeria (Julieta Zylberberg), una pareja que hace seis años está intentando tener un hijo, a pesar de las dificultades y los distintos tratamientos que vienen realizando sin éxito alguno. La alegría por comprar una nueva casa donde formar su familia se contrapone con una noticia que va a hacer implosionar su relación: Javier dejó embarazada a una compañera de trabajo. Este será el puntapié inicial para que ambos personajes, pero sobre todo él, comiencen a hacer una introspección sobre su vida.
A lo largo de su filmografía, Rotter trató el tema del duelo como uno de los tópicos que le resultaron más interesantes para indagar. Lo hizo en «La luz incidente» con una mujer que se quedaba viuda y con dos hijos a cargo, y lo hace nuevamente en «Un pájaro azul» pero de una forma mucho más sutil y metafórica. En este caso la pérdida del ser querido no sucede en el presente, sino que ocurrió muchos años atrás. Es un dolor que persiste, que no fue curado en su momento y que repercute en la manera de ser y comportarse del protagonista. Además, también estamos frente a la pérdida de un vínculo de años que no estuvo del todo cuidado y el cual no pudo evolucionar de la forma en la que hubieran querido por cuestiones ajenas y decisiones arbitrarias de los personajes.
A partir de este duelo, el protagonista comienza a hacer una introspección hacia su relación amorosa, su vínculo con su padre y su madre, y la presión laboral por la que atraviesa, que permite cierta maduración por su parte o al menos tratar de entender qué es lo que realmente quiere para su vida, aunque tal vez no coincida ya con los deseos de los demás.
Dividida en tres capítulos (el hijo, el padre y la madre), «Un pájaro azul» ahonda en el drama emocional de sus personajes, con muy buenas actuaciones tanto de Alfonso Tort, sobre quien más se posa la mirada y el desarrollo de la trama, como de Julieta Zylberberg, víctima de engaños y frustraciones. Además, debemos destacar el trabajo de algunos personajes secundarios como Norman Briski como el padre de Javier, con el que tiene que lidiar luego de su separación y que va a dejar en evidencia la poca capacidad que tiene Javier para cerrar etapas y cómo busca aferrarse a ciertas cuestiones.
El director suele caracterizarse no solo por la historia que cuenta sino también la estética que utiliza para hacerlo. Así como «La luz incidente» estaba filmada íntegramente en blanco y negro, en este caso también se le otorga un valor particular a la parte visual con un azul predominante, en alusión a su título, ya sea en la vestimenta de los protagonistas, como en los distintos objetos que aparecen en el film.
En síntesis, «Un pájaro azul» es un drama familiar emotivo e intenso, que habla sobre muchos temas inherentes al ser humano, con bastante sutileza y sin caer en golpes bajos. Un gran trabajo del elenco, de los climas logrados y de la evolución de los personajes que redondean un satisfactorio film.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster
