Top 5: Películas ambientadas en París

París, la ciudad del amor. La ciudad de las luces. Sea con el nombre que sea, la capital francesa también es, desde años, una de las capitales mundiales de la cultura y el arte, probablemente la más importante de todas. Su historia y su mística capturaron siempre la imaginación de numerosos artistas, sobre todo los visuales. De esta forma, la cuna del cine ha sido retratada de muchas formas bajo el ojo de infinidad de directores, tanto franceses como de otros países. Vamos a recorrer algunas de esas miradas.

«La invención de Hugo Cabret» («Hugo») – Martin Scorsese

Basada en la novela de Brian Selznick del mismo nombre, la obra de Scorsese es tanto un homenaje  al cine como a la ciudad que lo vio nacer. Hugo Cabret (Asa Butterfield) es un niño prácticamente huérfano, viviendo en la estación de trenes París – Montparnasse. La película recorre, junto a Hugo y su amiga Isabelle (Chloë Grace Moretz), el descubrimiento de la magia del cine, particularmente la obra del pionero Georges Méliès (Ben Kingsley). Más importante aún, nos habla de la importancia de mantener vivos los sueños frente a las adversidades que pueda presentar el mundo real.

La película recibió el mayor número de nominaciones al Oscar cuando fue lanzada, y ganó (entre otros) el de mejor dirección de arte y mejores efectos visuales. Nada mal para ser el primer trabajo de Scorsese filmado en 3D.

«Antes del atardecer» («Before Sunset») – Richard Linklater

La segunda parte de la “trilogía” de Linklater sobre los amantes Céline (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke), con nueve años (reales y ficticios) de diferencia entre “Antes del amanecer” y “Antes de la medianoche”. Aquellos jóvenes que se habían cruzado fortuitamente en Viena vuelven a hacerlo, esta vez, en la ciudad del amor. Acorde a esa ambientación, su relación sigue creciendo, volviéndose ahora más personal, de acuerdo a la madurez con la que ahora cuentan.

Al igual que su predecesora, esta obra se construye tanto en la ambientación, pero sobre todo en el diálogo; y la química y el trabajo entre Delpy y Hawke (quienes se hicieron cargo de sus líneas) es uno de sus puntos fuertes.

«Ultimo tango en París» («Ultimo tanto a Parigi») – Bernardo Bertolucci

Increíblemente controvertida, este drama erótico del italiano Bertolucci de 1972 retoma la mística de París como ciudad del amor, con un giro hacia lo estrictamente físico. Marlon Brando y Maria Schneider son dos desconocidos, que entablan un affaire sexual – y anónimo – que tiene lugar en el departamento que inicialmente ambos estaban interesados en alquilar (ahora él es el inquilino). Tras interrumpir la relación, él vuelve a encontrarla y le pide reiniciar sus encuentros. Con la ciudad de fondo, él revela cada vez más intimidades sobre su vida, a la vez que ella se muestra cada vez más desinteresada.

El contraste entre la intimidad física del departamento, y la intimidad personal en la calle da para un análisis más profundo, sin embargo por lo que más se la recuerda a esta obra son sus fuertes escenas sexuales, lo cual la hizo ser censurada – parcial o totalmente – en numerosos países.

«Alphaville» («Alphaville: une étrange aventure de Lemmy Caution») – Jean – Luc Godard

Una de las primeras obras en combinar el noir con la ciencia ficción distópica, «Alphaville» presenta una París futurista… utilizando locaciones reales, en horario nocturno. Las escenas de interiores recurrieron al estilo modernista de cristal y concreto, lo cual era novedoso o incluso extraño en 1965, cuando la película se hizo.

Godard, uno de los directores más sobresalientes de la Nouvelle Vague (la “nueva ola”), retrata aquí una ciudad extraña y hostil, casi antagónica. Para hacerlo recurre a la innovación visual, estilística y narrativa que caracterizó al movimiento francés de los años 50 y 60.

«El globo rojo» («Le Ballon Rouge») – Albert Lamorisse

Este corto logró, con sólo 35 minutos de duración, relatar una historia digna de ganar la Palma de Oro en Cannes en 1956, así como el Oscar a mejor guión original (siendo el único corto en hacerlo).

Pascal, un niño en la París de la segunda posguerra, un día conoce y se hace amigo del titular globo rojo, que vuela con conciencia propia. El contraste entre la ciudad gris y fría y la calidez del globo, con la magia que aporta a la vida de Pascal, la hacen una de las obras más recordadas del cine francés.

Bonus tracks

Muchas otras obras reflejan la magia de esta ciudad, de una forma u otra, pero por el momento vamos a mencionar dos. Por un lado, «Paris Je t’aime», ya desde el título blanquea el amor a la capital francesa, que sirve de locación para dieciocho historias cortas a cargo de veintidos directores – entre ellos los hermanos Coen, Alfonso Cuarón, Gus Van Sant, y los franceses Gérard Depardieu, Sylvain Chomet y Olivier Assayas, entre otros.

La otra es “120 Latidos por Minuto” («120 battements par minute»), del franco-marroquí Robin Campillo. Este drama de 2017 (protagonizado por el argentino Nahuel Pérez Biscayart) cuenta la historia de la comunidad homosexual en la París de los noventas, en su lucha contra la epidemia de VIH. Esta obra nos recuerda que muchas veces, la historia de una ciudad es la historia de la comunidad que la habita.

Bruno Jara

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