Crítica de «Zona de interés» de Jonathan Glazer (2023)

Basada libremente en la novela homónima escrita por Martin Amis en 2015«Zona de interés» («The Zone of Interest» en su idioma original) sigue al comandante Rudolf Höss y a su mujer Hedwig mientras crían a sus cinco hijos y construyen un hogar de ensueño en una casa que bordea el campo de concentración Auschwitz.

Ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes de 2023 y elegida como la película que va a representar al Reino Unido en el camino hacia los Oscars 2024, «The Zone of Interest» construye un relato sobre el nazismo y la Segunda Guerra Mundial totalmente diferente a lo que pudimos ver anteriormente. El director británico de films como «Birth» (2004) o «Under the Skin» (2013), quien también oficia acá de guionista, logra mostrar los horrores de esta época sin llegar a ser burda, violenta o gráfica, sino que lo hace de una manera tan sutil y minimalista que provoca sentimientos aún más escalofriantes e impactantes que si se lo plasmara directamente en la pantalla.

En sus 106 minutos de duración podemos ver el día a día de una familia alemana convencional, con los chicos yendo a la escuela, jugando en el jardín y disfrutando del verano al lado del río. Sin embargo, la riqueza del film recae en la construcción del clima en el cual se encuentran inmersos. Todos esos detalles que se ignoran y se omiten en la cotidianidad de esta familia es lo que crea un ambiente opresivo y un terror latente que choca constantemente con la vida apacible que quieren llevar adelante y que parece no importarles. A través de sonidos que se encuentran fuera de campo como gritos o disparos, de imágenes como humo saliendo de las chimeneas del campo de concentración, recursos más ficcionales y creativos que pueden servir más como metáforas o cobrar un sentido más entrado el relato, y una cámara fija y distante, Glazer fabrica un universo inquietante, lleno de espanto y de dolor, que varias veces nos pondrá la piel de gallina.

Pero también las actitudes de los protagonistas generan estas sensaciones. No solamente el ignorar (de forma consciente) todo lo que sucede a su alrededor, que también podría ser una crítica a la sociedad de esa época, que no se involucraba en los hechos, sino también enriquecerse y aprovecharse de eso a sus expensas. La falta de empatía, de cuestionamiento, la frialdad, la complicidad, la banalidad del mal, están muy bien encarnadas por la pareja protagónica compuesta por Sandra Hüller («Anatomy of a Fall») y Christian Friedler («Babylon Berlin»), como también el resto de los secundarios (quienes trabajan en la casa familiar, militares e invitados que llegan a visitarlos).

«Zona de interés» no es una película del Holocausto que busca impactar desde las imágenes violentas y desgarradoras que ya conocemos y vimos infinidad de veces en films, documentales o series, sino desde su ausencia. Tampoco necesita identificar a las víctimas para que empaticemos con ellas y vivamos juntas el horror, sino que está todo delineado de manera fría y calculada para exponer la vida cotidiana de los victimarios. A través de sonidos, detalles y metáforas, el director logra construir un clima espeluznante, que le otorgan al relato la crudeza y el terror que merece una historia como esta. Un hallazgo por encontrar una nueva forma de contar una trama tan utilizada.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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