«Ted», la precuela del oso irreverente en formato serie

En 2012 se estrenó «Ted», una película disruptiva que no solo proponía una idea novedosa sino que su ejecución fue bastante efectiva, con un humor negro e irreverente, buenos efectos visuales e interpretaciones por parte del elenco. En 2015, tuvo una secuela no demasiado importante o memorable.

El film original se centraba en John Bennett (Mark Wahlberg), un hombre de 35 años, cuyo mejor amigo es Ted (la voz de Seth MacFarlane), un oso de peluche que cobró vida tiempo atrás, gracias a que su dueño pidió un deseo a una estrella fugaz para que se convierta en su mejor amigo. Sin embargo, esta amistad sacará de quicio a Lori, novia de John, que espera de él cierta madurez que no tiene y que parece convivir con un adolescente.

Hoy llega a Universal+ (en Estados Unidos se estrenó a principio de año en Peacock) una precuela en formato serie que busca contar las aventuras de John (esta vez en la piel de Max Burkholder) y Ted durante su adolescencia. Ambientada en los ’90, vamos a ver como estos amigos viven en la casa de sus padres, Matty (Scott Grimes) y Susan (Alanna Ubach), junto a su prima Blaire (Georgia Whigham), mientras transitan distintas situaciones inherentes al paso de la niñez a la adultez, que involucran la exploración de la sexualidad, la incursión en las drogas, fiestas y diversas inquietudes.

«Ted» mantiene el tono humorístico irreverente, grosero, ingenioso e inteligente característico no solo de sus films sino sobre todo de Seth MacFarlane, quien regresa nuevamente como el personaje del oso de peluche. Lo interesante, es que tal vez su tono es un poco más suave e inocente que como lo conocimos desde un principio, no porque la serie busque ser más naif, sino porque tanto John como Ted son mucho más jóvenes y les queda un camino por recorrer para llegar a construir la personalidad que vimos en las películas. De todas maneras no faltan los chistes subidos de tono en cuanto a la sexualidad, la religión, la identidad, el machismo/feminismo, entre otras cuestiones.

Sobre todo, esto se ve también en la construcción de los personajes, que están bien delimitados para transmitir cuestiones muy blanco o negro. Por ejemplo, el padre Matty representa el pensamiento arcaico, machista, egoísta y racista dentro de la familia, contrapuesto constantemente por un espíritu mucho más libre y actual de Blaire, que reivindica el feminismo y la apertura (incluso por instantes se la siente mucho más avanzada que una joven en los ’90, asemejándose más a un adolescente de nuestros tiempos, principalmente al reclamar ciertos comportamientos de su tío). Susan, por su parte, se identifica con la inocencia, la solidaridad y reciprocidad, poniendo a todos los integrantes de su familia antes de sus propios deseos y sueños. John y Ted son personajes un poco más complejos, que presentan grises. Por momentos sus comportamientos no son del todo apropiados, mientras que por otros tienen gestos mucho más amables y generosos que muestran cierta esperanza en su crecimiento, aunque sabemos bien cómo van a terminar.

En este sentido, también fue un hallazgo su elenco, que logra transmitir todas esas sensaciones de una buena manera, como también convertir a sus personajes en personas adorables con los que vamos empatizando con el correr de los episodios a pesar de no estar siempre de acuerdo con lo que hacen o dicen. Max Burkholder hace un buen trabajo para convertirse en el joven Mark Wahlberg, un joven con carisma, inocencia y picardía. 

A lo largo de los capítulos vamos a tener varias situaciones tanto graciosas y absurdas como reflexivas, tocando varios de los temas que hablamos anteriormente. Existen muchas referencias a la cultura popular y social de la época, como también tenemos varios guiños al film «Ted» y a los gustos de sus personajes, que seguro dejará más que satisfecho a los fans.

A pesar de que nos pongamos siempre reacios con las secuelas, precuelas, reboots o remakes, esta nueva propuesta de «Ted» es sumamente refrescante, divertida y sorprendente. Manteniendo el humor característico, con una versión un poco más suavizada pero igual de efectiva, una buena elección del elenco y personajes que representan ideas determinadas, consigue ser una serie muy entretenida de ver.

Tráiler:

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *