Un repaso por el cine sueco

ORIGENES

La cinematografía sueca es quizás la más prominente y destacada de los países escandinavos. Siempre se presentó como un cine más reflexivo e introspectivo, sin embargo, en las últimas décadas también se fue adaptando a los tiempos que corren, dejando un tremendo catálogo para descubrir y disfrutar.

Comencemos haciendo un breve repaso por la filmografía de este país. Las primeras aproximaciones de Suecia con el ámbito cinematográfico datan prácticamente desde sus orígenes, alrededor de 10 años de la presentación del cinematógrafo por los hermanos Lumiere, las producciones suecas ya se abrían camino  entre las más importantes de Europa.

Los responsables de lo que algunos llamaron la época dorada del cine sueco (1917 a 1923) fueron los directores Victor Sjöström y Mauritz Stiller, quienes trabajaban para la compañía Svenska Biografteatern en 1911. Fue precisamente el segundo quien jugó un rol importante en la carrera de la famosa Greta Garbo, con la película romántica «La Saga de Gösta Berling» (1924). Años después, Greta Barbo y ambos directores partirían hacia Hollywood buscando más presupuesto para sus ambiciosos proyectos y dejando un vacío en el cine de su país que duraría casi dos décadas hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

INGMAR BERGMAN

Después de un amplio período de poca notoriedad, el encargado de volver a revivir e insuflar de aire fresco a un cine en proceso de decadencia fue Ingmar Bergman. Bergman fue uno de los cineastas más importantes e influyentes de Suecia y de Europa en general, llegando a ser considerado como uno de los autores más relevantes de la cinematografía mundial. Su legado es innegable y fue el que puso al cine sueco nuevamente en el mapa.

A pesar de comenzar a filmar en los años cuarenta, su éxito internacional se dio dos décadas más tarde con «El Séptimo Sello» (1960) y más tarde ganaría dos veces consecutivas el Oscar a la Mejor Película Extranjera por «El Manantial de la Doncella» (1960) y «Como un Espejo» (1961).

Al comienzo de su carrera tropezó con una fuerte resistencia de los productores y la crítica, pero desde el éxito mundial de «Sonrisas de una noche de verano» («Sommarnattens leende», 1955) ha sido el centro de una permanente atención internacional. Algunas de sus cintas más comentadas son: «Prisión» («Fängelse», 1949), «Un verano con Mónica» («Sommaren med Monika», 1953), «El séptimo sello» («Det sjunde inseglet», 1956), «Fresas salvajes» («Smultronstället», 1957), «El silencio» («Tystnaden», 1963), «Persona» (1966) y «Gritos y susurros» («Viskningar och rop», 1973).

ACTUALIDAD

Durante los años ochenta, directores como Lasse Åberg y Lasse Hallström encabezaron la vanguardia del cine sueco. Hallström fue además el encargado de los videos de la exitosísima banda ABBA, y ganó dos premios Oscar (Mejor Director y Mejor Adaptación) en 1987 por su película «Mi Vida Como Un Perro».

Los más recientes éxitos del cine sueco han sido «Déjame Entrar» (2008), una cinta sobre un romance entre una niña vampira y su vecino humano. La película revitalizó el género de los vampiros que venía en decadencia tras la tan insulsa saga de «Crepusculo» y logró cosechar una fama internacional. Fue tal el suceso del largometraje que fue adaptado años más tarde por un estudio de Hollywood. El más reciente éxito mundial en taquilla de la industria fílmica sueca es la Trilogía «Millenium». Originalmente escrita por el periodista Stieg Larsson, la saga fue llevada íntegramente al cine en el 2009 con sus tres películas: «Los Hombres que no amaban a las Mujeres», «La Chica que Soñaba con un Fósforo y un Bidón de Gasolina», y «La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire». A su vez, la primera entrega tuvo su versión norteamericana dirigida por David Fincher en el año 2011.

Por otro lado, el año pasado fue un gran año para el cine sueco, ya que el film «The Square» (2017), dirigido por Ruben Östlund fue galardonado con la Palma de Oro en el prestigioso Festival de Cannes.

Como verán, el cine sueco es bastante prolífico y exitoso, cosa que llevó a dicha cinematografia a ganar el Premio Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera en tres ocasiones y nominado en un total de 14 veces.

ARTISTAS DE FAMA INTERNACIONAL

Antes mencionamos a Greta Garbo y a Ingmar Bergman como los dos grandes íconos del cine sueco, no obstante hay varios artistas que alcanzaron la fama internacional. La siguiente superestrella sueca que sucedió a Greta Garbo en Hollywood fue Ingrid Bergman. Se la llevaron en 1939 para que actuara con Leslie Howard en la versión estadounidense de la renombrada película sueca «Intermezzo», y hasta su muerte fue objeto de la admiración internacional. En Hollywood actuó con Humphrey Bogart en «Casablanca», con Gary Cooper en «Por quién doblan las campanas» («For Whom the Bell Tolls»), con Charles Boyer en «Luz que agoniza» («Gaslight»), con Bing Crosby en «Las campanas de Santa María» (The Bells of St. Mary) y con Gregory Peck en «Recuerda» (Spellbound). Después de Ingrid Bergman cogieron rumbo a EE.UU. Signe Hasso, Marta Toren, Viveca Lindfors, Mai Zetterling y Anita Ekberg, entre otras intérpretes destacadas. Posteriormente, también Lena Olin se trasladó a Norteamérica, lo mismo que Pernilla August. De los actores que trabajaron con Bergman fue Max von Sydow el que logró llegar a ser una estrella internacional. En la producción estadounidense ha encarnado los más variados personajes. Otros rostros famosos que han conquistado Hollywood han sido Erland Josephson, Peter Stormare, Stellan Skarsgård, Bo Svensson y Dolph Lundgren. Asimismo podemos mencionar a Noomi Rapace, Bill Skarsgård, Alexander Skarsgård, Mikael Nyqvist, Joel Kinnaman, Malin Åkerman y Alicia Vikander como los artistas más populares de los últimos tiempos.

FESTIVALES

Anualmente se celebran en Suecia unos diez festivales de cine de diversa índole. Los dos más importantes son los internacionales de Gotemburgo, en febrero, y de Estocolmo, en noviembre. En el festival de cine de Umeå, en septiembre, se proyectan principalmente documentales; en el de Uppsala, en octubre, cortometrajes. BUFF son las siglas de un festival de cine para niños y adolescentes.

Martín Goniondzki